Es inquebrantable el vínculo que se crea entre un hombre y el lugar donde coleccionó buenos recuerdos. No importa cuanto tiempo pase, siempre existirá una conexión especial y el deseo de volver a donde se fue feliz. Esa premisa explica la sonrisa, y la sensación de paz, que transmitió esta semana Orber Moreno al volverse a poner la camiseta de los Leones del Caracas.
Parece que el tiempo no pasó. Se le ve orgulloso de esa estampa que ahora defenderá como coach de pitcheo en sustitución de Jorge Moncada. El escenario no es perfecto, Leones es penúltimo en la tabla de clasificación, pero está convencido de que podrán mejorar. Además, llega en el momento justo.
La competitividad que se pudo ver en el primer mes de la LVBP le ha permitido al Caracas seguir muy cerca de los primeros lugares. Así que el movimiento es propicio para que consigan una versión más parecida a la de los últimos dos años, cuando con la dirección de Wilson Álvarez terminaron con la segunda mejor efectividad colectiva, con 4.53 en 2023 y 4.38 en 2022.
La tarea no es sencilla, claro. Ahora mismo los capitalinos tienen el peor pitcheo del torneo, es más son el único equipo cuya efectividad colectiva está en 6.00 o más, les va mal en casa (5.91) y mucho peor en la carretera (6.62). Pero están listos para “cambiar la historia”, combinando la analítica que mueve al beisbol moderno con la garra que el tanto mostró en sus 12 campañas como lanzador.
El movimiento es bálsamo para ambos, tanto para el equipo como para el exgrandeliga de los Mets, que en julio había sido anunciado por cuarto año consecutivo como coach de pitcheo de los Tigres de Aragua, pero fue removido del cargo unos días antes del Opening Day. Puede que el reto sea grande, pero es quizás eso lo que más emociona al ex lanzador, acostumbrado a venir en momentos de apremio para mantener a raya a los rivales y darle a sus Leones posibilidades de ganar.
El rol es distinto, claro, pero la meta es la misma, darle a su equipo posibilidades. La ofensiva capitalina está haciendo el trabajo, tan es así que amanecieron como líderes del torneo en average (.294), slugging (.474), OPS (.850).
Lo único que necesitan es reanimar a sus lanzadores y Orber puede hacerlo. Claro, como en todos los escenarios, hay que esperar resultados para saber si este reencuentro tendrá realmente un efecto positivo.
Pero, al menos por ahora, las aguas se han calmado y la afición se ha apaciguado.