Las primeras indagaciones encontraron que una vez llegaron los venezolanos a Oceanía, el sujeto los privó de sus pasaportes y sometió a un control estricto de movimientos. Además, les habría limitado en sus actividades diarias para imponerles otros oficios.
“El hombre supuestamente mantenía un control diario de las víctimas rastreando sus movimientos, restringiendo la actividad diaria, programando tareas diarias obligatorias, controlando las ganancias y obligando a las víctimas a pagar deudas impuestas irrazonablemente”, detallaron las autoridades.
Las investigaciones iniciaron a comienzos de 2024 y también hallaron que el colombiano incomunicó a sus víctimas al aislarles de sus familias. Adicionalmente, habría encerrado a algunos integrantes del grupo dentro de la vivienda o armarios por varios días.
En otras noticias: Gobierno Nacional propone que Air-e sea la empresa líder de transición energética en Colombia
Según, la detective superintendente de la Policía Federal Australiana, Melinda Adam, “los delincuentes suelen beneficiarse o aprovecharse de las personas vulnerables que no pueden o no quieren denunciar las condiciones de explotación por miedo a las represalias, al aislamiento social y a la dependencia económica”.
Este jueves las autoridades ejecutaron una orden de registro en la casa del hombre en Kilburn. Allí, lo arrestaron y confiscaron dispositivos electrónicos, así como documentación.